¿Qué es un esguince de tobillo?
Un esguince de tobillo hace referencia a un desgarro de los ligamentos del tobillo. El esguince de tobillo más común ocurre en la parte lateral o externa del tobillo.,siendo las lesión más frecuentes en el deporte.
Signos y síntomas de un esguince de tobillo
Esta rotura o desgarro parcial del ligamento, provoca una hemorragia o derrame sanguíneo, que en el caso del tobillo se muestra con mucha rapidez, apreciándose en la zona de lesión un abultamiento en forma de medio huevo de color morado o rojo. Añadido a este derrame, el pie va perdiendo su movilidad normal debido al dolor y la limitación del movimiento que representa el aumento de líquido en el tobillo (el líquido limita el movimiento), lo que dificulta en mayor o menor grado, la capacidad de andar por lo que aparece una cojera de forma progresiva.
Factores como un calzado inadecuado con suela alta o poco ajustado, terreno irregular, debilidad de los grupos musculares protectores de la articulación, algunas personas están predispuestas a los esguinces de tobillo por su pie cavo puediendo propiciar la aparición del esguince de tobillo.
Síntomas:
Dolor intenso de la articulación con la consecuente limitación funcional, no poder apoyar el pie, andar o no poder hacer ligeros movimientos
Inflamación de la zona afectada
Aparición de hematomas: se suele dar en los casos en los que se rompe algún vaso sanguíneo
Calor local: la zona lesionada está caliente como consecuencia de la inflamación y la mayor afluencia de sangre a la zona.
Prevención
Propiocepción: los propioceptores son receptores sensoriales situados en las articulaciones que nos dan información sobre la posición y velocidad de movimiento de dicha articulación. El entrenamiento propioceptivo permite dotar a nuestro organismo de información sobre cambios de posición y cambios bioquímicos a nivel muscular, lo que desarrolla mecanismos de defensa frente a lesiones (reflejos musculares que protegen la elongación excesiva de los ligamentos).